Las intervenciones en cirugía maxilofacial
Las intervenciones quirúrgicas que más se realizan tienen que ver con:
- malformaciones congénitas (cara hendida, labio leporino, paladar hendido…),
- dismorfias o malformaciones faciales (prognatismo, retrognatismo, asimetría vertical u horizontal de la mandíbula, hueco anterior…),
- anquilosis, lesiones, disfunciones y anomalías de la articulación temporomandibular (ATM),
- infecciones de la cara (sinusitis maxilar, celulitis cervicofacial, infección bacteriana de la pulpa dental…),
- cánceres bucales (suelo de la boca, lengua, amígdalas, paladar, mejillas, encías o labios) y de la orofaringe,
- extracciones quirúrgicas de dientes de difícil acceso cuyas raíces están muy curvadas o que se encuentran, en su mayoría, destruidas por una caries,
- extirpaciones de tumores benignos y quistes maxilares,
- reconstrucción facial mediante injertos óseos y colgajos cutáneos o de la red vascular,
- epítesis del tipo prótesis facial o prótesis maxilofacial,
- patologías y lesiones de la mucosa bucal,
- cirugía preimplantológica (reconstrucción del volumen óseo de la mandíbula) tras una intervención implantológica.
Las intervenciones en cirugía implantológica
La técnica de colocación de implante dental que se utiliza con más frecuencia se lleva a cabo en tres fases sucesivas:
- atornillado completo del implante al hueso del maxilar o de la mandíbula con cierre de la encía para que se produzca la cicatrización (de 3 a 6 meses),
- atornillado del «pilar de cicatrización» que está destinado a ajustar el espacio en la encía para poder colocar, posteriormente, la prótesis dental (esta intervención no se realiza hasta que el implante esté perfectamente osteointegrado),
- elevación del pilar llamado de cicatrización y fijación de la corona dental o de la prótesis en el implante dental.